miércoles, 20 de enero de 2010

Proyección Artística

El talento nariñense se ha proyectado a diversos escenarios participando en importantes eventos culturales de Colombia y de otros paises como México, Inglaterra, Italia, Perú, Ecuador, Bolivia, Venezuela, entre otros.

De igual manera la Ciudad de Pasto, así como otros municipios del territorio Nariñense y del sur colombiano se han convertido en sede para el desarrollo de proyectos artísticos para la música y la danza folclórica a nivel internacional.

Podemos destacar el Festival Internacional de Danza "Guillermo de Castellana", que organiza la Institución Universitaria CESMAG y que es avalado por el CIOFF. Este festival cuenta con el reconocimiento y apoyo de la Gobernación de Nariño y del Municipio de Pasto.




NARIÑO COLOMBIA


El departamento de Nariño está situado al sur de Colombia, limita al norte con el departamento del Cauca, al oriente con el departamento del Putumayo, por el occidente con el océano Pacifico y el Sur con el hermano País del Ecuador, específicamente con la Provincia del Carchi, cuya capital es la ciudad de Tulcán, distante 12 Km de la ciudad de Ipiales (última población Colombiana), encontrándose en la mitad del recorrido el Puente Internacional RUMICHACA, como punto de acceso entre los dos Países.

El doctor Emiliano Díaz del Castillo, eminente historiador y personaje ilustre Nariñense, en un artículo publicado en la Nueva Revista Colombiana del Folclor, realiza la siguiente descripción geográfica:

“El territorio Nariñense, es una feliz síntesis de la patria grande. Como ella, se extiende desde las playas oceánicas hasta la cima de las nieves perpetuas; besando las espumas marinas y prodigando la fertilidad de sus tierras, se dilata la llanura costera hasta el pie de monte de la cordillera; los valles del Patía y el Mira se entregan exuberantes en fecundidad y riqueza a los robustos brazos de los labriegos, y el Telembí prodiga sus dádivas a cuanto buscan en sus blancas arenas la áurea riqueza.

Las vertientes andinas, con sus valles y sabanas, se encaraman por las faldas de los montes hasta la cima de convulsos volcanes y besan las nubes en lo más alto de sus cumbres diamantinas.

Tierra privilegiada y hermosa, rica y fecunda en sus entrañas; posee todos los climas; es plácida y serena en la paz de sus valles y collados, bravía en los riscos indomables de sus peñascos y en los laberintos del Guáitara y el Azufral, del Doña Juana, el Patascoy, el Gualcalá, y siempre generosa en su opulencia y fertilidad. Nariño, en fin, es millonario en belleza natural; a quien recorre sus caminos sorprende detrás de cada curva un nuevo paisaje que subyuga el ánimo y llena el alma de alegría.”


LUIS ANTONIO ERASO CAICEDO

Presidente DANZAR

HISTORIA DE LA DANZA EN PASTO

NOSTALGIA Y ESPERANZA EN MOVIMIENTO
MIRADA RETROSPECTIVA DE LA DANZA EN PASTO

Advierto que sin ser merecedor de este honor, trataré complacido de aportar algunas vivencias que aún motivan y despiertan mi mayor sensibilidad hacia la danza, porque cuando se menciona el término danza, inmediatamente se vienen a la imaginación una cantidad de escenas, movimientos y colores que llenan el ambiente de alegría y de vitalidad, porque definitivamente se relaciona el contraste entre lo sutil o lo vigorizante de una obra escénica con la principal y mejor materia prima de la que puede disponer el ser humano: su propio cuerpo.

Al intentar mirar hacia el pasado, es ineludible reconocer los cambios o transformaciones vitales que ha tenido la danza en Pasto y en Nariño, donde no por cosa del azar, sino por el tesón de algunos maestros cultores de esta manifestación perfomántica como el profesor Sevillano, Ramón Nogales, el “Flaco” Alvaro Gutierrez, Nacho de La Rosa, Mirian Escobar, Luis Antonio Eraso, Gladis Izquierdo, Mirian del Valle, Mirian Benavides, entre otros, quienes con total decisión, amor patrio y verdadera pasión, emprendieron la difícil tarea de generar procesos con sus grupos de proyección, que además de un excelente espectáculo artístico, brindaran oportunidades a niños y jóvenes para iniciar esa aventura maravillosa de utilizar su cuerpo como instrumento de expresión y comunicación.

Aquí vale la pena reconocer el aporte de las instituciones como la Universidad de Nariño y el CESMAG (Hoy Institución Universitaria), así como los grupos independientes “Runa Llajta”, como los abanderados en generar procesos que hoy 25 años después, aún conservan esa energía y convicción para lucir con orgullo los elementos propios de la tierrita, contribuyendo significativamente a irradiar la identidad e idiosincrasia del pueblo Nariñense. También vale la oportunidad para mencionar a los Grupos de Danza de Telecom, INEM, Kamary Huaira, Universidad Mriana y U. Cooperativa de Colombia que continuando con el legado, signaron su impronta en el medio artístico citadino.

Para quienes hemos tenido el privilegio de ser testigos de algunos acontecimientos o momentos fundamentales que propiciaron o marcaron un significante en el desarrollo de la Danza en Pasto, no se pueden dejar de mencionar los que a mi juicio cumplieron con ese objetivo, sin pretender en absoluto desconocer o minimizar tantos otros aspectos o eventos que aportaron significativamente al desarrollo del sector.

En primer lugar, la organización de eventos de danza de carácter nacional e internacional, donde el “Festival Internacional de Danza “Guillermo de Castellana” fundado en 1991, ha sido quizás, el de mayor reconocimiento por su cobertura, seriedad y fortaleza. Es innegable la cantidad de oportunidades brindadas a la mayoría de (sino a todos), los grupos consolidados y novatos, para proyectar su trabajo artístico ante organizaciones nacionales e internacionales; así mismo la consolidación de un espacio con garantías y condiciones escénicas y de público para dignificar el desarrollo artístico danzado.

Posteriormente en 1999 se crean el Ministerio de Cultura y la Ley General de Cultura, donde se establece el Sistema Nacional de Cultura como el “conjunto de instancias y procesos de desarrollo institucional, planificación e información articulados entre sí, que posibilitan el desarrollo cultural y el acceso de la comunidad a los bienes y servicios culturales según los principios de descentralización, participación y autonomía”, que establece y delega en los concejos departamentales de cultura y de áreas artísticas, la implementación de Planes y Programas que empiezan a apoyar los procesos de formación en danza y se brindan algunos estímulos y recursos a través de proyectos concertados. Esta dinámica empieza a brindar a los maestros y coreógrafos locales, la oportunidad de integrarse y capacitarse de manera conjunta.

Casi de manera paralela aparece la primera propuesta de organización del sector, con el surgimiento de la Asociación Nariñense de Danza – Danzar, entidad cultural sin ánimo de lucro que empieza a elaborar propuestas y proyectos ante entidades oficiales y privadas para motivar algunos procesos de beneficio común del sector acorde a su objetivo social de fortalecer el movimiento danzario del departamento.

2000, un año memorable porque Nariño es sede de los XVII Juegos Deportivos Nacionales y la danza juega un papel protagónico, sorprendiendo durante la ceremonia inaugural con una propuesta de Indoamericanto que integró a bailarines y músicos de la ciudad a través de una obra coreomusical con 960 artistas que colmaron la grama del Estadio Libertad; con un montaje de 15 minutos hicieron el deleite de los más de 10.000 espectadores más los televidentes nacionales que apreciaron dicha ceremonia.

De ahí en adelante, el Carnaval Andino de Negros y Blancos se convierte en el espacio más apropiado y utilizado para dar cuenta del gran auge y surgimiento de nuevas agrupaciones y propuestas coreográficas de danza entre ellas, se han consolidado con un proceso cada vez más nutrido y espectacular los colectivos coreográficos como Indoamericanto, Indidansur, Fundación Cultural Etnia, De la Misma Tierra, Raza Libertad y la escuela de danza Triangulo.

Sin duda fueron y seguirán siendo memorables todos y cada uno de los momentos y experiencias vividas en cada una de las presentaciones artísticas donde con verdadera pasión y orgullo patrio, se dejaba el alma en cada uno de los escenarios, en cada una de las danzas ejecutadas con singular energía y dinámica, llenando de júbilo a los espectadores; pese a las condiciones escénicas que definitivamente nunca serán las mismas, porque las deficiencias siempre superaban las garantías técnicas en que había que presentarse, sin embargo siempre fue superior el sentimiento y el grado de compromiso con la danza misma, que los más duros o deficientes ambientes escénicos.

Por mencionar algunos aspectos, las presentaciones de hace dos y más décadas, se ambientaban con una grabadora Sanyo (negra) como único elemento para colocar los casettes musicales donde de manera mágica se conservaron por años los temas de las diferentes danzas pese a tener que regresar o adelantar frecuentemente la cinta; difícilmente se podía contar con micrófonos para amplificar técnica y profesionalmente el sonido de los instrumentos, ni tampoco con elementos de iluminación o camerinos; el mismo espacio para las presentaciones adolecía de un piso adecuado.

Ahora, ya en un nuevo siglo, muchas de esas condiciones han cambiado sin decir que se hayan solucionado en su totalidad, lo cual tampoco es sinónimo de que en esos tiempos el nivel artístico se pudiera considerar como de mala calidad; por el contrario se podría afirmar que considerando las condiciones mismas en que se desarrollaron dichos procesos se alcanzaron grandes metas, quizás más de los que deberían tenerse hoy en día en circunstancias equitativas.

Actualmente en Pasto, es importante destacar la cantidad y calidad de Grupos de Danza: Institucionales, particulares o independientes, colectivos coreográficos, organizaciones y eventos culturales, que libre de regionalismos, fácilmente pueden ser comparables a las mejores compañías de danza del país, porque han logrado posicionarse y establecer unos niveles artísticos en que se observa un excelente despliegue de técnica y de autenticidad.

Ya los cuerpos no son los mismos, sus capacidades y habilidades han venido trabajándose en mayor proporción desde la niñez, los bailarines y músicos han entrado en una nueva era, donde la formación, la técnica, los elementos o recursos escénicos y logísticos, permiten encontrar compañías de danza mucho más organizadas y dedicadas a gestar su incansable e insaciable y a la vez placentera forma de vida a través de tallar o esculpir cada vez mejor sus sensibles espíritus y cuerpos para la danza.


LUIS ANTONIO ERASO CAICEDO
Gestor cultural y danzante de Nariño
Consejo Departamental de Cultura